Mens. 10: Cristo es el Primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia

Palabra ministrada por el hermano Pedro Dong, transmitido por el Instituto Vida para Todos, directamente desde la Estancia Árvore da Vida – Sumaré, Brasil, el 22/02/2023. Texto no revisado por el autor.

 

 

  1. El Señor nos ha honrado con muchas revelaciones inéditas y todo lo que ha hecho entre nosotros, pero no es simplemente para nuestro disfrute, sino para equiparnos en la lucha por el reino de Dios. El problema del hombre fue cuando el dio oídos la palabra de la serpiente, y esta con su sagacidad puso duda y corrompió la mente del hombre. Al desobedecer la palabra de Dios comiendo del árbol del bien y del mal, el hombre fue desconectado de Dios y la muerte entró y pasó a todos los hombres. En lugar de estar conectados con la propia verdad y realidad, nos conectamos con la mentira y la envidia, generando así dificultades en relacionarnos.
  1. Pero Dios no nos ha Aunque el camino hacia el árbol de la vida estaba cerrado en el Edén, Dios no permitió que el fluir del río que regaba el jardín fuese interrumpido. El río salía del jardín y se dividió en cuatro brazos, cuatro direcciones desde la tierra para encontrar al hombre dondequiera que él esté. Para que el hombre se conectara de nuevo con Dios, necesitaba del perdón de los pecados, ocurriendo así la redención. Gracias a Dios, Cristo dejó la gloria de los cielos, Se rebajó y humilló convirtiéndose en siervo, en figura humana para vivir aquí en la tierra humildemente: el eterno Se sujeto al tiempo y al espacio. Su muerte fue en la cruz. Derramó Su sangre para realizar la redención eterna, con el fin de llevar al hombre de vuelta a Dios.

Efesios 1:13; Colosenses 1:5; Romanos 10:8-15

  1. Por lo tanto, todo aquel que oye la palabra del evangelio, la palabra de verdad y ha creído, es sellado por el Espíritu de la promesa. La salvación vino a nosotros por el evangelio y el evangelio por la palabra de verdad, que es también la palabra de fe. Dios facilitó todo el trabajo para El hombre perdió el acceso al árbol de la vida y el camino fue cerrado por querubines, que representan la gloria de Dios y una espada que representa la justicia de Dios. En esta espada había fuego, que representa la santidad de Dios. Si el hombre no cumpliere las tres exigencias, el camino nunca se abriría para el hombre. Estas exigencias satisfacen los estándares de gloria, justicia y santidad de Dios.
  1. El Señor ha hecho todo más fácil, el hombre no tiene que pagar penitencia por el pecado que ha cometido, sino sólo recibir por fe la palabra de fe y verdad. ¡Y es muy simple! Jesús en su muerte y resurrección ya cumplió con todas las Y no depende de nosotros ser salvos por las obras, solo basta confesar con la boca y creer en el corazón y somos inmediatamente salvos y recibimos de nuevo el acceso a Dios. Sólo que esta vez el acceso es por el río que llega a nosotros por el Espíritu.
  1. Cuando recibimos la salvación, Dios nos dio una tarjeta para el banco celestial, ¡basta invocar para tener acceso a todas esas riquezas celestiales! ¡Oh Señor Jesús! ¡Y somos nosotros los que llevan las buenas nuevas, que predican, que van a las calles! Predicamos el evangelio de la palabra de verdad para salvación.

Juan 3:3-7; Juan 1:12

  1. Nicodemo, que era la culminación de todo ser humano, pero no podía entender cómo Jesús podía hacer cosas que él mismo no podía, quería aprender de Jesús. Jesús dijo que no era solamente aprender, no se trataba de libros. Era necesario nacer de nuevo para ver el reino de Dios; nacer del agua y del Espíritu para entrar en el reino de Esta es la voluntad de Dios: ¡no un mero cambio de comportamiento, sino un cambio de reino! Un cristiano necesita primero hacer este cambio de reino. ¿Y cómo hacer esto? ¡Naciendo del Espíritu!
  1. ¡Quien recibió la palabra de fe, creyó en su corazón e invocó el nombre de Jesús y fue salvo en el espíritu! ¡Nació de nuevo en el espíritu! La vida de Dios comenzó a vivir dentro de esa Y ya está conectado a Dios por medio de Cristo. Cuando creemos recibimos la salvación del espíritu, fuimos reconectados con Dios en un nivel espiritual, y luego fuimos bautizados por el Espíritu en un solo Cuerpo. Pasamos a ser miembros orgánicos del Cuerpo de Cristo.

1 corintios 12:12-13

  1. Nosotros que recibimos al Señor, cuando creemos en Él, nacemos del Espíritu y tenemos la vida de Dios. Somos hijos de Dios, no sólo como cristianos individuales ¡sino que hemos sido colocados dentro del Cuerpo de Cristo! No estamos solos en el mundo, sino que somos miembros del Cuerpo de Cristo. Un miembro no puede aislarse de los demás, porque debe vivir la vida del Cuerpo. Cuando el hombre se desconectó de Dios, el enemigo colocó la mentira, enemistad, disensión, ira, maledicencia, elementos que dificultaban la relación los unos con los También el vacío que no puedes llenar con las cosas de este mundo. Por eso el hombre vive siempre en conflicto. 

Efesios 2:13-21

  1. Cristo, cuando murió en la cruz se acercó a nosotros. ¡Él derribó la pared de enemistad entre los judíos y los gentiles! Los gentiles son aquellos que no son judíos. Culturas, costumbres y tradiciones diferentes fueron derribadas en la cruz y también cualquier enemistad que pudiera surgir entre nosotros porque Él es nuestra paz. Dios no quiere muchos individuos cristianos maravillosos para ponerlos como trofeos en las calles de la Nueva Jerusalén. Quiere producir un nuevo hombre, un hombre colectivo. Por eso no estamos aislados. Tenemos que trabajar para la edificación de la iglesia, para que Dios tenga este Nuevo Somos ciudadanos del mismo reino y miembros de la misma familia.
  1. Satanás quiere poner odio, envidia y rivalidades en medio de nosotros, pero Dios con el río de la gracia nos está llenando con el splancnon de Cristo con compasión, longanimidad y amor entre Estamos unidos en una sola alma. Un edificio que está siendo bien ajustado y crece para ser templo y santuario dedicado al Señor. Todo esto porque Dios quiere producir Su habitación en el Espíritu. Cuando esté listo, toda la red de amor estará tejida y Dios finalmente podrá descansar de Sus obras. Para eso estamos aquí. Así que la reconexión es a través de la salvación del espíritu. Cristo es la comunicación entre nosotros y Dios en el espíritu. Nuestro espíritu fue salvado y ya está conectado, él no tiene ningún problema y por eso Biblia dice que debemos aprender a vivir en el espíritu. Así que Dios desea hoy, por medio de nuestro espíritu, transformar nuestra alma.

Romanos 12:1-2

  1. Nuestra alma está formateada, configurada o conformada a este siglo, por lo que necesitamos renovar nuestra mente para que el alma sea transformada. Si queremos que todo nuestro ser sea transformado, que reciba esa transformación por el río del agua de la gracia debemos abrir la puerta entre nuestro espíritu y alma. ¿Y cómo abre el espíritu esa puerta? La parte del espíritu que tiene la responsabilidad de comunicarse con el alma es la conciencia. Esta parte necesita de la colaboración del alma y la parte del alma que recibe lo que viene del espíritu es nuestra mente. Ella es la parte líder del alma. Si la mente se conforma a este siglo, no abrirá la Es por eso la necesidad de renovación de la mente.
  1. La inmersión en la palabra es renovar nuestra mente. Una vez renovada, debe abrir la puerta al espíritu. La emoción llena de problemas con su fragilidad, depresión, angustia, ansiedad, viene por la desconexión. Vamos a permitir que el río de la gracia entre en nuestra alma por completo, nuestra emoción quedará llena de la realidad de Dios y, finalmente, nuestra voluntad.

Efesios 3:17-19

  1. Necesitamos invitar a Cristo a nuestro corazón. El corazón está formado por la conciencia, la mente, la emoción y la voluntad. Cristo ya habita en nuestro espíritu, corazón y Pero para que Él entre en nuestra alma debemos invitarlo, no sólo como huésped, sino como morador. Que Cristo gobierne nuestra mente, nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras voluntades, así habitará en nuestro corazón. Esto sólo sucede por medio de la Palabra, porque es el vehículo que trae la gracia de Dios, el propio Dios y Cristo para dentro de nosotros, como una corriente sanguínea, que fluye por nuestras venas y vasos sanguíneos. Es el vehículo que lleva los nutrientes a cada célula. Nuestro cuerpo siempre está trabajando. ¡Y tenemos que ser como las células, avivadas por la Palabra, por los nutrientes y el oxígeno de la palabra!
  1. Al principio, cuando se trataba de la creación, estábamos conectados con Dios, pero el enemigo consiguió desconectarnos. Ahora Dios quiere reconectarnos a la nueva creación, en el espíritu. A través de esta reconexión, la creación tiene la esperanza de ser reconectada con Dios por intermedio de nosotros. Esta reconexión de la nueva creación comienza a partir del proceso de transformación en nuestra alma, célula por célula, cambiando metabólicamente. Dios nos llena con toda realidad espiritual.

Efesios 1:9-10

  1. Cuando nos llenemos de toda la realidad de Dios, Él tendrá la preeminencia entre nosotros, ¡Él será la Cabeza! Y ese es el misterio de la voluntad de Dios. El beneplácito de la voluntad de Dios es aquello que Lo agrada y Lo satisface. En cuanto Dios, por medio de Cristo, no nos llene con toda la verdad y la realidad de lo que Dios es, no tiene Cristo como encabezarnos.
  1. Un gobierno con algunos barrios donde no puede tener policía porque allí domina el crimen, si el gobierno no domina, no gobierna todo. Si hay algún espacio que no está siendo llenado por la realidad de Dios, Cristo no gobierna allí. No podemos permitir tener espacios en los que Cristo no domine. Cristo no domina donde no hay realidad de Dios. Por eso este proceso de inmersión es tan Todo esto nos llena hasta la plenitud de Dios. Cuando la iglesia, como el Cuerpo de Cristo, fue llenada de la plenitud de Dios, Cristo encabezará la iglesia de hecho, y esta es la voluntad de Dios.
  1. Converger es encabezar. Cristo necesita encabezar todas las cosas en la dispensación (oikonomia) del cumplimiento de los tiempos. ¿Cuál es la plenitud de los tiempos? El final de los Es en este momento que Dios tiene que generar Su voluntad. La plenitud de los tiempos termina en nuestra era y en la era venidera. Por eso la economía de la plenitud de los tiempos tiene que estar realizando la voluntad de Dios hoy. Estamos en el momento de la aurora. El día está amaneciendo. ¡Vamos a comprometernos! Estamos corriendo contra el tiempo, llegando a la plenitud del final de los tiempos. Cristo necesita encabezar todas las cosas y para eso necesita llenarnos primero de realidad espiritual. ¡Él lo hace por la Palabra!

Efesios 1:22

  1. Si Dios dio a Cristo a la iglesia, la iglesia tiene responsabilidad. ¿Por qué Dios hizo esto? Es para que Él sea la cabeza sobre todas las cosas. Aquí no se trata solo de la iglesia, sino de todas las Si no estamos llenos de la realidad de Dios, no seremos el vehículo para que Dios nos use. Toda la creación será llenada por Cristo, pero a través de la iglesia.

Colosenses 1:18; Efesios 4:12 (KJA), 15-16

  1. En el propósito eterno de Dios, aquellos que creen en Jesús se convierten en miembros del Cuerpo y todos deben funcionar para la edificación del Cuerpo. Pero debemos ser suplidos y gobernados por la cabeza, que es Cristo. Todo necesita crecer a partir de la cabeza. La cabeza que nos gobierna y da las órdenes. No esperemos que otros edifiquen la iglesia por Cada uno como miembro, edifica la iglesia. Junto con los hermanos, entrelazados, esto es solo cooperación. Es entonces cuando el tejido de amor es compactado.

Romanos 12:4-8

  1. Dios es quien concede las diferentes funciones. No todos los miembros tienen la misma función. La edificación de la iglesia comienza por la palabra profética, por la profecía. Una vez que estemos bien espiritualmente, los servicios se harán cada más con excelencia. Incluso aquellos que enseñan, enseñan de acuerdo con la palabra profética. El que exhorta lo hace según la palabra profética. Quien contribuye, quien sale a predicar el evangelio, todos están participando de la edificación del Cuerpo de Cristo. ¡Gracias a Dios estamos edificando la iglesia, su propio crecimiento en amor! ¡Debemos sentimos parte de esto, involucrados en esto!

1 Corintios 12:12-13

  1. Cuando la iglesia esté completamente edificada y llena de la realidad de Dios, creciendo a la estatura de la plenitud de Cristo, siguiendo la verdad en el amor, creciendo en todo aquel que es la Cabeza, como resultado tendremos a Cristo. Cristo comienza a habitar en nuestro corazón. Por la renovación de nuestra mente recibimos la palabra profética que entra en nuestra mente, luego habita en nuestra emoción y voluntad. Entonces mandamos al cuerpo y salimos a la calle, hacemos colportaje, inmersión en la palabra, edificamos la iglesia. Aquí en la iglesia participamos del servicio y la edificación. ¡De esta manera somos llenos del propio Cristo! Cristo es el sello que trae la sustancia de Dios que entra en nosotros y deja una marca. Cuando todas las partes de nuestro ser son llenadas con Cristo en todos nosotros, la iglesia será Cristo.
  1. Ya no es más teoría para nosotros, esto está sucediendo. Nos estamos llenando de la realidad de Dios y consecuentemente de Cristo, de esta manera es imposible no Si Él es un constituyente de nuestro ser, Él manda en todo. Y a través de esto, cuando llegue la plenitud del final de los tiempos, la iglesia será la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Él extenderá esa llenura de Cristo a todas las cosas.

Apocalipsis 21:6-7; Colosenses 1:15-18; 2 Corintios 5:17; Gálatas 6:15

  1. Cristo es el primogénito de entre los muertos, de modo que en todas las cosas tiene la primacía, no solo es el primero de la Nueva Creación sino que también es el Ser primero significa que no hay nada antes de Él, Él es el origen de todas las cosas, principalmente en lo que se refiere a la realidad de Dios. Cristo es la realidad de Dios y origina en nosotros la realidad de Dios. Él es el primogénito de la creación. Él tiene la preeminencia sobre todas las criaturas. A partir del versículo 18, revela que Él es el primero en resucitar de entre los muertos. Es decir, Él también es el primero de la nueva creación. Él es la Cabeza de la iglesia, tiene la primacía en la iglesia, porque la iglesia es la nueva creación Dios.
  1. Toda la caída y desconexión del hombre en el nivel de la creación ha Vamos a tener un nuevo comienzo a nivel de la creación. Eso es lo que realmente importa. Ahí es donde estamos en Cristo, llenos de Cristo y reconectados con Dios en la vida y en la realidad. La resurrección de Cristo produjo esta nueva creación, la iglesia. Si Dios no hubiese resucitado a Cristo, nuestra fe sería vana.

Colosenses 1:19-20; Romanos 8:19-21, 23; 1 Corintios 15:42-44

  1. Dios se complació en hacer de Cristo Su propia plenitud. La plenitud significa que todo lo que Dios quiere es llenar la nueva creación con Su vida y naturaleza, con todos sus atributos como realidad y más tarde llenar la vieja creación. La realidad de la plenitud es Cristo.
  1. Quien nos trae los beneficios del sol es el Cristo trae todos los beneficios de Dios para nosotros. Por lo tanto, Cristo es la plenitud. Todo lo que queremos de Dios está en Cristo. Él es la expresión exacta del Ser de Dios. Tenemos a Cristo como aquel que grabará la sustancia en nosotros. Él no simplemente entrega, sino graba. ¡Llenos de Cristo tendremos a Dios, tendremos plenitud, lo tendremos todo! Estaremos listos para alcanzar la plena filiación. El espíritu lleno de Cristo, el alma llena de Cristo, pero el cuerpo sigue siendo corruptible y material. ¡Pero Él también cambiará nuestro cuerpo! Algunos recibirán la venida del Señor vivos, lo mortal será revestido de inmortalidad. Este será el momento de la plena filiación. ¡Reconectaremos toda la creación! 

Colosenses 1:21-22; 2 Corintios 10:2-6; 2 Corintios 1:12

  1. La serpiente engañó a Eva, corrompió la mente del hombre para desconectarnos de la simplicidad y pureza que el hombre tenía con relación a Además de eso el apóstol Pablo no fue guiado por estándares humanos. El problema es desobedecer, cuando la mente se corrompe, el hombre se vuelve rebelde. Todos estábamos sujetos a esto. Cuanto más nos aferramos a nuestro pensamiento, mayor es la fortaleza que nuestra mente construye y quedamos confinados dentro de ella. Pero gracias a Dios, por la Palabra somos llevados de vuelta a la obediencia, destruyendo nuestro concepto de bien o mal. No dejemos que ningún pensamiento de nuestra mente esté fuera de la obediencia a Cristo. Preferimos vivir en la simplicidad y sinceridad. No en la sabiduría humana, sino en la gracia divina. ¡Es solo el río de la gracia que cambia y transforma la iglesia!

Deixe uma resposta

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *