INMERSIÓN DIARIA Viernes | M20 Revestirse del amor que une todas las cosas con la perfección

Hoy vivimos a través de la ventana de la fe, por la cual accedemos a la dimensión espiritual. La esperanza de ser arrebatados y participar de la manifestación del reino de los cielos es lo que me da la fuerza, energía y motivación para vivir cada día. ¡Es la esperanza! Pero en aquel día, la esperanza no será necesaria, porque ya habremos pasado por todo. Lo que quedará, entonces, es el amor (1 Corintios 13:10,12,13).
Hoy, por la palabra profética y por la fe, recibimos todo lo que viene de Dios y el amor se produce en nosotros.
Todavía podemos ver la predicación del evangelio, el colportaje y el servicio de la iglesia como meras obras cristianas. Pero si miramos con ojos espirituales, vemos que con nuestra participación, Dios está tejiendo un tejido de amor. No con nuestra materia prima, conocimiento o habilidad, sino sólo con el amor de Dios.
El amor de Dios viene a través de la palabra. Es por eso que necesitamos amarla con reverencia. Los adolescentes han estado transcribiendo mensajes buscando entrar, profundizar y asimilar la palabra profética. ¡Es maravilloso! Si tenemos esta postura, no seremos superficiales