INMERSIÓN DIARIA Domingo | M24 – Carta de Pablo a Filemón: Una historia de amor

Necesitamos valorar a cada hermano de la Iglesia, pues es un “hermano queridísimo”, alguien importante para el Señor y Su cuerpo (Filemón 16-17). Solo el amor de Dios produce una humanidad perfecta y linda (1 Tesalonicenses 2:19).
Dios está confeccionando un verdadero tejido de amor, tan ajustado y compactado los unos con los otros y con Él, que los lazos entre los miembros del Cuerpo sobrepasen muchos lazos naturales (Filemón 21- 22; 1 Corintios 12:26).
No podemos confiar en nosotros mismos, teniendo un instinto de supervivencia. Si tenemos la visión del Cuerpo, o sea, si vemos que somos miembros orgánicos del Cuerpo, esa visión nos da seguridad, nos mantiene firmes en el Señor (2 Corintios 3:4-6; Romanos 12:5).
“Por ese motivo es que nuestra mente debe ser siempre renovada e inclinada al espíritu (Romanos 8:6). Cuando es puesta en la carne, la mente se desconecta del Espíritu. Así mismo cuándo se inclina al espíritu, la mente se comunica con el Espíritu y entiende que es lo que nuestra intuición recibió” (Alimento Diario, Libro 1, Semana 4, Domingo, pág. 71).