Un principio no debemos olvidar:
Incluso el rey necesitaba transcribir,
Por medio de la palabra, vivir y prosperar
Y de la buena tierra, los frutos disfrutar.
No sólo de pan vive el hombre
Sino de la palabra que proviene de Dios.
Cuando la palabra inculco en mí,
Cristo graba a Dios así,
Su carácter, Su esencia, Su naturaleza en mí.
Cristo es el resplandor de la gloria de Dios,
Su exacta expresión, retrato fiel,
Todas las cosas puede sostener,
Por la Palabra de Su poder.
Las Palabras en mi, inculca,
Las imprime en mi y las graba,
Esculpidas en mi corazón,
Ellas nunca no se apagarán.
No es medio de comunicación
Ni vehículo de información,
La palabra nos trae al propio Dios,
Su poder y sus atributos.
“La misma palabra se inculco?
Se imprimió y se grabó?
!Siervo bueno, fiel, muy bien,
A mi gozo eterno, ven¡”