- A lo largo de los años, la iglesia se ha convertido en una gran casa con vasos para honra y deshonra. Al final de los tiempos, cada uno necesita tomar una decisión. Tienes que purificarte para convertirte en un vaso para honra. Preservemos nuestra pureza. Deja de llenar tu mente con cuestionamientos. Sea uno que invoca el nombre del Señor con un corazón puro para entrar en la buena tierra (2 Timoteo 2:20-23).
- La palabra de Dios, la Biblia, ayuda a un adolescente a crecer y madurar. Reciben luz en la Biblia a través de la revelación de la palabra profética. Seguir de cerca la enseñanza trae luz y revelación de la palabra de Dios. La inmersión en la palabra y la predicación del evangelio tienen como objetivo la maduración a través de la palabra. Esto los preparará para toda la obra de Dios (2 Timoteo 3:14-17).
- Por no buscar más luz en la Palabra sobre el gobierno de Cristo en la iglesia, la iglesia de Sardis no tuvo una base y un ambiente adecuados, un recipiente necesario para recibir todas las verdades reveladas. Como resultado surgieron muchas divisiones, cesó la bendición que recibían por medio de la palabra, y no se produjo la edificación de la iglesia. Sin Cristo en el gobierno de la iglesia, tenían nombre de que vivían, pero estaban muertos (Apocalipsis 3:1).
- “Nuestra orientación como padres y hermanos más experimentados es que no podemos cambiar a nadie, ¡pero la palabra sí! la inmersión en la palabra transforma. Dios está haciendo un verdadero milagro en la vida de los jóvenes porque rumian la palabra. Aprendieron a escuchar con atención y a transcribir la palabra. No tragan la palabra hasta que la mastican bien” (Alimento Diario, Libro 4, Semana 2, martes, pág. 28).