- No estamos en la tierra para buscar el reconocimiento de nadie, sino para ser siervos fieles. Seamos sencillos y obedientes en hacer la voluntad de Dios, y el Señor nos dará fuerza y vigor. (Isaías 40:26-30)
- ¡Nuestros colportores no quieren parar, ellos trabajan la semana entera, ¡porque esperan y renuevan sus fuerzas en el Señor! ¡Ellos suben como en alas de águila! Esta debería ser la experiencia de todos nosotros (Isaías 40:31).
- Debemos trabajar para que el tiempo valga la pena; con cada minuto que pasa, permitamos que Cristo nos encabece, que quite nuestra desobediencia y nos use para sacar a otras personas de la influencia del espíritu de desobediencia (Efesios 1:4, 10; Salmos 90:12; Efesios 5:15-16; Romanos 13:11-14).
- “Cuanto más amamos la palabra profética, más vivimos en la esfera celestial. (…) Dios quiere tejer un tejido de amor y entrelazarnos los unos con los otros. La solución de Dios no fue restaurar al viejo hombre, sino hacerlo morir.” (Alimento Diario, Libro 5, Semana 2, Sábado, pág. 34/35).