- En el cielo hay siete candeleros de oro que representan a las iglesias. Jesús se mueve en medio de los siete candeleros de oro – Él está cuidando de la edificación de las iglesias, de hacer la voluntad de Dios hasta que encabece Su iglesia. (Apocalipsis 1:12-13).
- Cuando Dios resucitó a Jesús con la supereminente grandeza de Su poder, Él lo elevó al cielo y lo hizo sentar a Su derecha. Nuestro Señor Jesús está hoy en los cielos, a la diestra de Dios. Todo está bajo los pies de Cristo (Efesios 1:9-10, 19-23; Mateo 28:18).
- Dios dio a Cristo para la Iglesia y desea que Él sea la Cabeza sobre todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra. Para ello, Cristo necesita la cooperación de la Iglesia. Primeramente, necesita ser encabezada por Cristo para poder cooperar con Él. Los cuatro seres vivientes son el Señor Jesús mismo, pero Él necesita de la cooperación de la Iglesia (Efesios 1:22-23).
- El Señor quiere elevar las aguas hasta el punto de que nos perdamos, sin saber hacia dónde ir. Entonces, el agua nos guía y nos dirige. Una vez que hemos nacido del Espíritu, necesitamos ser guiados por Él (Juan 3:8). El Señor quiere que experimentemos lo sobrenatural. Tenemos que dejar que el Espíritu haga esto en nosotros; ¡debemos flotar e incluso sumergirnos!” (Alimento diario, libro 5, semana 4, martes, pág. 60).