- Dios quiere que el hombre ocupe los espacios en la tierra, por medio de la multiplicación, para el dominio. Esta es la esperanza que Dios tenía al crear al hombre. Pero al caer en el pecado, el hombre perdió la función de dominio y el imperio de la muerte pasó a reinar en este mundo (Génesis 1:26-28; Romanos 5:12,14)
- Pero Dios no desistió del hombre. En medio de una generación idólatra, Dios llamó a Abraham para que Su voluntad fuese realizada y prometió la tierra de Canaán a su descendencia. A pesar de la promesa, Él no dio posesión, porque esta tierra prometida necesitaba ser conquistada. Es por eso que Dios necesita un ejército. (Génesis 6:11-13; 12:1-3, 5-7.)
- Cuando Dios promete la tierra, tenemos que pisarla. Por eso salimos a las calles a predicar el evangelio, a pisar y conquistar la tierra que Él nos ha dado. (Génesis 13:14-17)
- El Señor necesita regresar; Su segunda venida está a las puertas, y alguien necesita completar esta obra. Por eso Dios cuenta con nosotros. (Alimento Diario, Libro 1, Semana 4, miércoles, pág. 62).