INMERSIÓN DIARIA Martes | M.02 – Ejército y Tabernáculo

La intención de Dios era que el hombre creado recibiera Su vida comiendo del árbol de la vida colocado en el centro del jardín del Edén. Esta vida sería plantada en el corazón del hombre, que es la tierra para reproducir la semilla de la vida, sería fecundada y multiplicada. (Génesis 2:9.)
En la Biblia, la vida animal siempre representa la redención, la necesidad del derramamiento de la sangre de Cristo, para nuestro rescate de este mundo perverso. Por lo tanto, por la sangre de Su Hijo, Dios nos ha redimido y nos ha comprado de vuelta para Él. (1 Corintios 6:19,20, Juan 3:16; 1 Pedro 1:18-21)
La redención no es solo para el perdón de los pecados; Esta es la condición mínima para ser justificado, pero la redención va más allá. Fuimos comprados con la preciosa sangre de Cristo para ser transferidos del reino. La redención tiene como objetivo colocarnos en el reino de Dios. (1 Pedro 1:18-21; Colosenses 1:13-14; Apocalipsis 5:9-10)
Hay muchos cristianos genuinamente salvos, regenerados por Su Espíritu, pero Él no puede contar con todos ellos. Es por eso que el Señor está levantando a Sion, la parte fuerte del pueblo de Dios, que lucha por el reino y no vive para sus propios intereses. (Alimento Diario, Libro 2, Semana 1, martes, p. 10)