- El Señor hoy necesita de hábiles ejecutores para edificar el tabernáculo fielmente, conforme a lo que Dios reveló a Moisés (Éxodo 31:3, 40:17; 35:32-34; 2 Timoteo 3:10-11).
- En el pasado, creíamos que el Señor necesitaba de muchos profesores teólogos, y preparábamos a los jóvenes para ministrar buenos mensajes. Pero Dios no necesita de buenos oradores, Él necesita de un tabernáculo listo. ¿Si todos son teóricos y no hay ejecución, como saldrá el tabernáculo? (Éxodo 31:3, 40:17, 35:32-34; 2 Timoteo 3:10-11).
- Hoy cambiamos nuestro foco: preparar a todos los hermanos, inclusive a los jóvenes para ser ejecutores de la palabra. Necesitamos ser fieles mensajeros y ejecutores; la palabra que Dios habla es siempre una orden y Él quiere ver Su orden ejecutada (Éxodo 31:3, 40:17, 35:32-34; 2 Timoteo 3:10-11).
- Vamos a preparar a otros hermanos. Todos los líderes de la obra del Señor, de las Iglesias, deben tener el espíritu de perfeccionar a otros hermanos, especialmente la generación más joven, dándoles la oportunidad de aprender a ejecutar la obra del Señor (Éxodo 35:34).