- Hasta hoy, por un lado, Cristo está sentando a la diestra de Dios, pero, por otro lado, está activo, cuidando de las Iglesias como el Pastor Supremo. Él está cuidando de aquellos que el Padre Le dio, y cuidará hasta el final (Apocalipsis 1:12-13; Juan 10:29).
- La palabra es la principal herramienta que Dios usa para santificar a la Iglesia. La palabra de Dios es la propia verdad, porque procede del único Dios verdadero (Juan 17:17; Efesios 5:25-26).
- La palabra de Dios necesita ser viva y habitar en nosotros, ser gravada en nuestro corazón. Es de esa manera que Dios consigue santificarnos. Necesitamos colocar nuestra vida entera en torno a la palabra de Dios (Juan 6:63; Colosenses 3:16)
- Cuando Cristo fue crucificado, venció todo en la cruz: el pecado, el ego, el mundo, el viejo hombre y el diablo, obteniendo así la autoridad de perdonar. ¡Cristo obtuvo la victoria total! (Alimento Diario, Libro 1, semana 3, jueves, pág. 46).