- Jesús es el verdadero y en Él no hay injusticia. Él no buscó su propia gloria, sino dar gloria al Padre. Quien busca su propia gloria no es verdadero (Juan 5:30, 36; 6:29, 38; 7:16, 18; 8:16, 28-). 29; 17:4).
- Por medio de Cristo, Dios quiso dar vida eterna al pueblo judío, pero ellos Lo rechazaron. Luego Jesús fue a buscar a Sus ovejas. ¿Quienes son ellas? Las ovejas de Jesús son aquellas que lo conocen, lo siguen y creen en Su palabra (Juan 1:11, 10:14-15, 27-29).
- Al guardar la palabra profética, no guardamos la palabra de un hombre, sino las palabras de Dios. El enviado de Dios no tiene derecho a utilizar sus propias palabras ni elocuencia, sólo transmite la palabra de Dios (Juan 17:6-9; 1 Corintios 2:1-5; 1 Tesalonicenses 2:13).
- “La iglesia, como el reino de los cielos, no es una institución religiosa, sino que es el Cuerpo de Cristo, gobernado por la palabra de la cabeza, que es Cristo. Si tenemos un corazón sencillo para escuchar y apreciar la palabra, esta actuará en nuestras vidas y le dará sentido”. (Alimento Diario, Libro 1, Semana 4, miércoles, pág 63)