INMERSIÓN DIARIA Domingo | M.01 Los Valdenses – Una Visión de Águila

  1. Mientras que los primeros tres evangelios presentan relatos históricos, el Evangelio de Juan presenta el misterio detrás de la historia, permitiéndonos conocer, a través de revelaciones, las profundidades espirituales (Juan 20:30-31).
  2. Las cuatro criaturas vivientes en Ezequiel tenían rostros de hombre, un león, un buey y el rostro de un águila. El Evangelio de Mateo revela a Cristo como un león, como el Rey del Reino de los Cielos; Marcos retrata al Señor como un buey, un Siervo de Dios; Lucas describe al Señor como un hombre, el Salvador-Hombre. El evangelio de Juan, entonces, relata a Jesús como Dios mismo, siendo representado por la figura de un águila (Ezequiel 1:10).
  3. Los escritos de Juan nos llevan en alas de águila, para que, desde lo alto podamos tener la visión panorámica. El Evangelio de Juan no presenta la genealogía de Jesús, porque lo relata como El pueblo de Israel era la prole de Dios, a quien Él llevaba en Sus alas. Hoy, nosotros también somos esa prole espiritual (Éxodo 19:4; Deuteronomio 32:9; Isaías 57:15).
  4. El evangelio de Juan nos lleva a lo Alto, lo Sublime, la eternidad donde Dios mora, donde tendremos una vista panorámica y veremos cómo Dios ve. Después de las siete cartas a las siete iglesias de Asia, Juan vio una puerta abierta en el cielo y una voz le decía: “¡Sube aquí!” Dios no quiere que miremos las cosas de la tierra, donde hay tanta muerte y distracciones, ¡Él quiere llevarnos a la cima para que veamos las cosas de arriba y desde arriba! (Apocalipsis 4:1; Colosenses 3:1-2).

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