INMERSIÓN DIARIA Domingo | M.02 – Ejército y Tabernáculo

Para la edificación, Dios necesita ofrendas y materiales. La ofrenda es nuestra consagración, es presentar nuestros cuerpos para servir al Señor. A medida que le servimos, somos transformados. Los elementos naturales dan paso a los elementos divinos de Dios en nosotros, y cada vez más nos convertimos en materiales adecuados para la edificación. (Éxodo 25:1-7; Romanos 12:1)

Para la edificación, el Señor necesita hombres hábiles para manejar los materiales. Todos nosotros, por un lado, necesitamos ser materiales adecuados para edificar la iglesia. Por otro lado, también necesitamos saber cómo lidiar con los materiales. (Éxodo 28:3; Hechos 7:22-34)

Dios nos necesita, pero no nuestra capacidad natural. Dios quiere usarnos, pero nuestra habilidad es solo un apoyo. Dios mismo es el poder para hacer Su obra. (Éxodo 28:3; Hechos 7:22-34)

Dios quiere usar nuestra habilidad como apoyo. Pero si no tenemos ninguna capacidad, Dios no tendrá como usarnos en resurrección. Aprovechemos cada situación para ser capacitados. También permitamos que Dios haga morir nuestra capacidad, para usarla en resurrección. Nuestra suficiencia viene de Dios, porque la excelencia del poder es de Dios y no de la vasija de barro. (Hechos 7:22- 34; 2 Corintios 3:4-6; 4:7.)

Deixe uma resposta Cancelar resposta

-->