- El secreto para mantenerse saludable y útil en la edificación del Señor es seguir de cerca, practicando la palabra. Así usted estará más protegido de los ataques del enemigo (Éxodo 31:3, 40:17, 35:32-34; 2 Timoteo 3:10-11).
- Por un lado, somos educados en la palabra del Señor, en la vida de la Iglesia; por otro, también somos educados en el mundo secular, donde aprendemos habilidades seculares. Esas habilidades son usadas por Dios en la edificación de Su casa, pero solamente después de pasar por la muerte y resurrección (2 Crónicas 2:3-4, 8-9, 13-14; Hechos 7:22-24).
- Toda educación que adquirimos en la vida y todas las habilidades aprendidas por medio de las experiencias humanas, pueden ser muy útiles en las manos del Señor, para edificar el lugar de habitación de Dios en la tierra.
- ¡Lo que nos puede dar fuerza es la Palabra de Dios! (Alimento Diario, Libro 2, semana 2, domingo, pág. 38).