- Hoy, los adolescentes están aprendiendo del Señor y siendo enseñados por Él. La palabra es dispensada y la toman en serio, porque creen en ella. Por eso, Dios tiene una gran esperanza en esta generación joven (Isaías 54:2-3).
- Si queremos realmente hacer la obra, agradar a Dios, vivir para Jesús y como Él vivió para el Padre, solo hay un camino: alimentarnos del Señor. ¿Cómo hacer esto? Comiendo de la palabra (Juan 6:51-57).
- ¡Quien reconozca que las palabras que el Señor nos está dando son palabras de vida eterna y que sin ellas no tiene adónde ir, también será llevado a la vida eterna! Tenemos que creer en la palabra hasta el fin de nuestras vidas (Juan 6:63-68).
- Aquellos que el Padre dio a Jesús, que Él no perdería, no se referían a la diferencia entre salvos y no salvos, sino a aquellos que creerían y guardarían Su palabra. Estas personas reconocen que todo lo dado a Jesús vino del Padre, así como todas Sus obras (Juan 6:68-71).