INMERSIÓN DIARIA Domingo | M23 – Las palabras finales de Pablo a los Colosenses

  1. Antes, una carta tardaba muchos meses en llegar y ser leída en las iglesias. ¡Hoy tenemos todo en nuestras manos! Un corazón adecuado, amor por la palabra profética, hacer que la palabra de Cristo more abundantemente en nosotros, practicando la palabra, con esta rapidez que tenemos para tener acceso a la palabra profética, ¡traeremos al Señor de vuelta!
  2. Las inescrutables riquezas de Cristo han llegado a Todo lo que ha estado sucediendo en medio de nosotros es porque el Señor está dispensando Su palabra, Su revelación, y el resultado de esta dispensación de Dios es la edificación de la iglesia para que, a través de ella, la voluntad de Dios de encabezar todas las cosas en Cristo sea cumplida, conforme a Su propósito eterno. (Alimento Diario, Libro 1, Semana 3, Jueves).
  3. Timoteo fue, junto con Pablo, el remitente de la carta a los colosenses (Colosenses 1, 1). Timoteo debió ser bastante joven cuando acompañó a Pablo en su segundo viaje misionero. Quizá tenía entre 18 y 20 años y se convirtió en la adolescencia, cuando tenía 14 o 15 años. Basándome en este ejemplo, quiero hacer un llamamiento para ustedes: preparemos a nuestros niños y a nuestros adolescentes para que sean útiles al Señor. (Alimento Diario, Libro 1, Semana 3, Sábado).
  4. El Señor te colocó en el Cuerpo de Cristo para que cumplas tu función. Sé fiel en donde el Señor te colocó, sé fiel a tu ministerio. Las cadenas de Pablo deben animarnos a tener el mismo espíritu, de martirio, sacrificio y entrega por el Evangelio, la obra de Dios y la Iglesia. ¡Que esta palabra nos anime a trabajar para el Señor y a llevar el evangelio del Reino! (Colosenses 4:17-18).

Um comentário em “INMERSIÓN DIARIA Domingo | M23 – Las palabras finales de Pablo a los Colosenses”

  1. Aleluia pela palavra profética o Senhor nos colocou no corpo de Cristo para cumprir a nossa função e nossa função não e questiona os menbros do corpo exemplo: vc é ô pé questiona porque não é mão. Nossa função é cooperar com o crescimento do corpo de Cristo. Jesus é ô nosso Amado Senhor

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