- ¿Cuál es nuestro futuro? Es unidad, es estar en la maravillosa gloria con Dios.¡Allí tendremos completa felicidad y no necesitaremos nada más! ¡Por toda la eternidad viviremos felices y unidos con Dios! (Juan 14:2,3,20; 17:22-23; Apocalipsis 21:3-7, 22:3-7)
- Nuestra recompensa no está en el mundo presente, sino en el venidero. Si hoy nos humillamos, Dios nos exaltará. ¡Crean! ¡Nuestra obediencia a la palabra profética será recompensada! (Filipenses 2:5- 11)
- Hoy experimentamos lo sobrenatural, al tener comunión en la palabra profética que produce una vida normal de la iglesia, el crecimiento y la ejecución de la obra de Dios. Al desprendernos de la tradición religiosa, le damos al Señor lo que Él tanto desea: un hogar espiritual, donde todos los hermanos trabajan, predican el evangelio y se cuidan unos a otros. Este es el descanso tan esperado por el Señor. Y esto es lo que traerá Su reino a la tierra (Hechos 2:42-47; Romanos 12:6- 8; 1 Corintios 14:26, 29, 31; 1 Pedro 2:5- 10).
- “Seguir a Jesús es seguir Sus palabras. Si alguien decide seguir a Jesús, sufrirá restricciones, perderá la libertad de sus acciones y ya no podrá hacer lo que tanto le gustaba. Dios quiere gobernar nuestra vida. Siguiendo a Jesús, tendremos la luz de la vida, y ella nos llevará a la vida eterna, entonces recibiremos la recompensa de reinar con Cristo por mil años”. (Alimento Diario, Libro 1, Semana 4, Domingo, pág 72).