- El Señor da revelación a Su vaso escogido y la palabra se convierte en la enseñanza de los apóstoles, la cual da dirección a las Iglesias, las gobierna y promueve la unidad entre ellas. ¡Éste es el fluir en la Iglesia de Dios! (Apocalipsis 1:1; Hechos 2:42).
- Cuando usted oye la palabra, que es la Verdad, Dios la confirma en su conciencia, y la palabra hace arder su corazón, pues ella viene de Dios y le trae la verdad a usted (2 Corintios 4:2; Lucas 24:32).
- Cuando usted pierde la sencillez, su corazón se endurece y ninguna palabra lo alcanza más. Cuando usted se vuelve crítico y ve errores y fallas que otros no están viendo, es porque usted ha perdido la simplicidad. ¡Cuidado! No deje que Satanás lo contamine y le haga perder su sencillez y la pureza delante el Señor (2 Corintios 11:3).
- ¿Quiere ser libre? Siga la Verdad. El Hijo tiene poder para liberarnos, porque Él es el enviado del Dios verdadero y habla lo que el Padre, que está con Él, Le enseña. (Juan 8:32, 36) (Alimento Diario, Libro 2, Semana 1, domingo, p. 23).