- El Señor permite que pasemos por algunas pruebas. Estos no son sufrimientos sin propósito, sino para hacernos madurar y salvar nuestra alma. Cuando Dios nos prueba, siempre busca aprobarnos. Él no nos prueba para reprobarnos (1 Pedro 1:6-7).
- Nuestro corazón nos engaña; Muchas veces creemos que somos buenos, espirituales y capaces, pero no tenemos idea de cuan corruptos somos. Por lo tanto, necesitamos de los sufrimientos para revelar lo que hay en nuestro corazón. Sólo la Palabra de Dios es capaz de discernir los pensamientos y propósitos del corazón (Deuteronomio 8,2; Jeremías 17,9; Hebreos 4,12).
- Debemos dar gracias a Dios por haber sido considerados con una gran suerte: se nos dio el probar la salvación preparada para ser revelada en el último tiempo, la salvación de nuestra alma, el resultado final de nuestra fe. Tenemos todas las posibilidades de que nuestra alma sea probada y transformada. Tener nuestro corazón completamente limpio, para que el valor de nuestra fe alcance la máxima pureza posible. Y cuando el Señor Jesús regrese, seremos aprobados y reinaremos con Él por mil años (1 Pedro 1:4, 9).
- “Cuando el evangelio del reino sea predicado a todas las naciones, llegará el momento en que Cristo asuma el reino. Cuando Cristo asuma el reino, toda injusticia terminará y viviremos en justicia y paz por mil años. ¡Aleluya!” (Alimento Diario, Libro 6, Semana 1, Domingo, página 23).
¿Sabías que también tenemos la inmersión para niños? Haz clic aquí para hacerlo con tu niño: INMERSIÓN PARA NIÑOS