INMERSIÓN DIARIA Jueves | M.09 El Problema del Gobierno de la Iglesia

Dios tiene una línea de autoridad en el Cuerpo de Cristo para ejercer su dominio. A través de esa línea, la autoridad de Cristo fluye a la iglesia. Él levantó a los apóstoles para liderarla por la palabra. Ellos son mensajeros fieles del fluir de la palabra de Dios como orden y mandato (1 Corintios 12:28).

La palabra ejerce el papel del sistema nervioso y circulatorio en el Cuerpo de Cristo. Por ella todos son dirigidos y alimentados. Así, Cristo establece Su gobierno por medio de los apóstoles. Ellos no tienen autoridad propia, sino que son canales establecidos por Dios para hacer fluir Su autoridad a través de Su palabra en la iglesia.
Desde el Antiguo Testamento Dios se propuso direccionar a Su pueblo por medio de la palabra, ¡no muerta, sino viva! Dios es el Dios vivo. Debemos oírlo atentamente, con amor reverente. ¡Así seremos Su propiedad exclusiva, entre todos los pueblos! (Éxodo 19:5; Isaías 62:2, KJA)
“Usted puede ser un buen cristiano pero no tener realidad. Dios quiere producir realidad, la verdad en la iglesia. La palabra profética quiere traer realidad, porque es palabra de verdad. Todo lo que no es según Cristo es engaño, falsedad, está desprovisto de verdad. No critico las cosas buenas, pero quiero advertir que las cosas buenas, sin Cristo, pueden engañarnos. Podemos buscar cosas buenas toda la vida y, cuando lleguemos al tribunal de Cristo, tener sólo vacío. Necesitamos la realidad”. (Alimento Diario, Libro 4, Semana 1, jueves, pág. 18).