- La Iglesia en Filadelfia, el Señor le puso delante una puerta abierta. Ella es gobernada por la palabra profética y sus miembros esperan y aman la venida del Señor (Apocalipsis 3:7-8; 2 Pedro 1:19; 2 Timoteo 4:8).
- No filtre la palabra de Dios con sus conceptos. El corazón del pueblo estaba endurecido. El corazón endurecido no entiende la palabra profética (Mateo 13:14; Juan 6:60-61).
- Quien cree en la palabra profética y la practica, son aquellos que el Padre entregó al Hijo para cuidar (Juan 6:36- 40, 64-65)
- No seamos semejantes a buitres o cuervos, que solo buscan muerte, palabras negativas o críticas. Quien se alimenta de la muerte tiene un semblante caído. Por tanto, busquemos la vida. ¡La alegría que encontramos en el vivir de la Iglesia es el resultado de la vida! (Alimento Diario, Libro 3, semana 2, jueves, pág. 32).