INMERSIÓN DIARIA Jueves | M20 Revestirse del amor que une todas las cosas con la perfección

A veces el que es más fuerte, más suplido por la gracia de Dios, tiene que ser el primero en pedir perdón, incluso si no se ha equivocado. Alguien tendrá que humillarse y pedir perdón. Mientras no hay perdón, el dolor se acumula, se crea resentimiento y una raíz de amargura, contaminando a muchos otros. No pedir perdón nos hace esclavos. Por el bien del cuerpo, resuelva hoy los asuntos pendientes (Colosenses 3:13)
“Por encima de todo esto, sin embargo, revístanse de amor, que une todas las cosas con perfección”. Ya se vistió del nuevo hombre y ahora, sobre todo, vístase de amor, que es el vínculo de la perfección (Colosenses 3:14, BJC)
El amor es el único elemento que tiene la capacidad de unirnos con perfección. No hay otro elemento en el universo capaz de unirnos, juntarnos, ajustarnos, vincularnos, conectarnos, sino el amor. Ese es el tejido de amor.