- Jesús mencionó a Sus discípulos que después de Su muerte y resurrección, ellos sufrirían persecución y oposición por parte de los fariseos, tal como Él había sufrido. Esto demuestra que, los sufrimientos y las persecuciones que estamos sufriendo hoy, estamos en el camino correcto (Juan 15:20; 16:1-4).
- ¡El Señor nos necesita! Nuestra responsabilidad hoy, como Iglesia, es predicar el evangelio del reino. Es necesario predicarlo en toda la tierra habitada para que venga el fin. Fue por eso que el Señor nos despertó y nos dio el impulso para salir a las calles. El Señor nos movió a salir de las cuatro paredes para ir detrás de las personas en las calles (Mateo 24:14)!
- Nuestra responsabilidad es el evangelio del reino, una palabra que gobierna la vida de las personas. Luego el Señor nos dio la inmersión en la palabra profética para que pudiéramos estar enfocados en hacer la voluntad de Dios, siendo amigos del Señor y conociendo Su corazón (Mateo 24:14; Efesios 5:18-19; Colosenses 3:16; Juan 15:14-15).
- Jesús no vino al mundo para hacer milagros basados en Su propia capacidad para ser aplaudido y alabado por los hombres. Al contrario, Él se humilló y fue obediente a Dios hasta la muerte y muerte de cruz, que es la peor clase de muerte. Este camino de Jesús es el camino aprobado por Dios; y Él quiere que usted y yo andemos por el mismo camino (Filipenses 2:5-11) (Alimento Diario, Libro 5, semana 4, jueves, pág. 65/66).