- Nehemías significa “consuelo de” o “consolado por Dios”. Un hombre levantado por Dios para estar al frente del difícil emprendimiento, que es establecer Su gobierno aquí en la tierra, necesita el consuelo de Dios. A menudo, ni siquiera puede compartir sus sufrimientos con los demás, por lo que necesita el consuelo de Dios (Nehemías 1:1; Salmos 119:50.76).
- La oración de Nehemías nos revela que aquellos a quienes Dios escoge para estar al frente de Su pueblo, generalmente no aspiran a posiciones de liderazgo; solo tienen un corazón de amor al Señor, a Su pueblo y a Jerusalén. Mantengamos nuestros corazones en la pureza de ese amor (Nehemías 1:4-11).
- Cualquier cosa que queramos hacer, si no tenemos la presencia de Dios, no debemos hacerla. Nadie debe aventurarse a hacer nada, si Dios no está con él (Nehemías 2:1-8; Éxodo 33:15; Colosenses 3:15).
- La responsabilidad de Cristo es edificar Su Iglesia, la cual también está comprometida en esta obra de edificación, pues ella es el Cuerpo de Cristo. Dios desea ese lugar de habitación en el espíritu. ¿Vamos a darle a Dios ese lugar de habitación? (Alimento Diario, Libro 2, semana 4, lunes, pág. 58).