- Al final de los tiempos, el Señor necesita que Su iglesia despegue de toda degradación y viva en resurrección (Gálatas 1:4).
- Un mensajero de Dios es alguien que lleva fielmente la palabra de Dios a la iglesia. Esta palabra que viene de Dios nos da dirección, realidad y contenido (Apocalipsis 1:1, 20).
- Cada miembro de la iglesia hoy tiene la oportunidad, a través de la inmersión en la palabra, de recibir esta palabra que nos santifica y nos hace funcionar. (Juan 17:17; 1 Corintios 14:31)
- “Es fundamental abrirnos a la palabra de Cristo para que habite, sea inculcada ricamente en nuestro corazón. Cuando Cristo lo llene todo, Él será cabeza sobre todas las cosas” (Deuteronomio 6:6-9; Colosenses 3:16) (Alimento Diario, Libro 1, Semana 4, lunes, p. 57).