- Con unidad, unanimidad y armonía podemos avanzar mucho y rápido. El Señor bendice a quienes están en esta unidad (Salmos 133; Efesios 4:3).
- La vida humana está llena de obstáculos y dificultades. A veces nos desanimamos, otras nos deprimimos, pero los gritos de guerra nos levantan y la inmersión explosiva nos lleva para lo alto (Efesios 2:4-6; Isaías 42:13).
- La inmersión refinada de la palabra tiene como objetivo hacernos entrar en la profundidad del sentimiento de Dios cuando nos habla la palabra y palpar en el espíritu cuál fue Su sentimiento cuando esa palabra fue dicha. Tranquilizándonos, buscamos cuál es la dirección recibida en el texto de inmersión y cuál es su amonestación para nosotros, es decir, en qué aspectos somos insuficientes ante el Señor. Después de comprender el sentimiento del Señor y buscar luz sobre lo que Él realmente quiere decirnos, debemos transformar este sentimiento en nuestra oración, con el propósito de ponerlo en práctica (Jeremías 15:16; 1 Timoteo 4:15).
- “Estamos aquí para hacer la obra del ministerio, que es edificar el Cuerpo de Cristo. Por tanto, por un lado, necesitamos ser perfeccionados para edificar; por otro lado, para esta edificación hay que buscar más materiales, que son personas a quienes predicamos el evangelio” (Alimento Diario, Libro 3, Semana 3, lunes, página 42).
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