INMERSIÓN DIARIA Martes | M.04 – La Reconstrucción del Templo y de los Muros de Jerusalén

  1. Cuando Zorobabel fue a restaurar el templo y Nehemías construyó las murallas de Jerusalén, solo tenían a los judíos pobres que habían quedado en la ciudad. Ellos no tenían grandes recursos humanos y financieros, pero dependían totalmente del Señor. (Nehemías.1:1-3) 
  1. “No es con fuerza, ni con poder, sino con mi Espíritu, dice el Señor de los ejércitos.” Estamos en los comienzos humildes. La obra que hemos visto en medio de nosotros no es nuestra, sino del Señor. (Zacarías.4:6-10) 
  1. La desolación de las murallas de Jerusalén mostraba que la ciudad carecía de gobierno. Sin gobierno, Jerusalén se convirtió en tierra de nadie y los pueblos podía entrar y salir libremente, a pesar de que el templo ya había sido reconstruido. (Nehemías.1:1-3) 
  1. Si alguien se imagina que es muy capaz de ayudar a Dios a hacer Su obra, está completamente equivocado. No tenemos la fuerza y ni siquiera tenemos la capacidad de pensar semejante cosa. (2Corintios.3:5) (Alimento diario, Libro 2, Semana 2, martes, p. 42)

 

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