- La tierra debe producir algo para el cielo (Isaías 42:5). Aunque también produce algo para su propia subsistencia, existe para producir para los cielos. Por eso, Dios creó al hombre de una manera única en relación con el resto de la creación (Génesis 2:7; Job 12:10). El hombre fue hecho para la voluntad de Dios (Juan 6:38; Mateo 7:21).
- Cristo es el punto de partida de la creación (Colosenses 1:17). En Él todo subsiste (Sunistao), por lo tanto, El une todas las cosas en un El hombre está siendo trabajado por Dios para unirse en un todo, con Dios (1 Corintios 6:17). Este todo es la vid verdadera (Juan 15:5), es el tejido de amor que se está confeccionando.
- Si nos amamos unos a otros, usamos el amor de Dios, por la inmersión, este tejido de amor está siendo tejido (1 Juan 4:12). Esto puede suceder en su matrimonio, en su familia, en el trabajo y en su vida social. En todas partes, Dios está tejiendo este tejido de amor.
4. “Dios mismo, que es amor y luz, nos hace amarnos unos a otros y vivir una vida llena de amor y luz. Ya no tenemos un vivir egoísta, al contrario, nos donamos los unos a los otros, andando en amor”. (Efesios 5:2) (Alimento Diario, Libro 1, Semana 1, martes).