1. Necesitamos hablar la palabra de Dios los unos a los otros (Efesios 5:18-19). Y, al salir a las calles, en la predicación del evangelio, no confíe en su capacidad, use la palabra profética para orar por las personas (2 Corintios 3:4-6).
2. La historia de Juan Marcos, primo de Bernabé, nos enseña algo: nunca desista de un joven, aunque le haya fallado o decepcionado, pues, El Señor quiere perfeccionar a todos (Hechos 12:12, 25; 13:13; 15:36-39; Colosense 4:10; 2 Timoteo 4:11).
3. El ministerio de Pablo no era un ministerio de doctrinas, sino, un ministerio que produce vida, relaciones de amor, hace que la voluntad de Dios sea hecha y teje un tejido de amor entre los hermanos de la Iglesia
4. “Debemos amar como Cristo nos amó (Efesios 5:2). Cristo nos amó y se entregó así mismo por nosotros. Por lo tanto, El amor es entrega, no un intercambio. Así como una madre se entrega al dar a luz a su hijo que ama, también debemos entregarnos, pues el amor es entrega. Vamos a las calles a orar por laspersonas por causa del amor de Dios.”