- La Iglesia fue engendrada para ser la extensión de Cristo con el objetivo de hacer la voluntad de Dios en la tierra, es decir, introducir el reino de Cristo y edificar Su Cuerpo (Efesios 1:9-10, 22-23).
- Dios quiere que entendamos que Él no necesita de la capacidad humana como combustible de Su trabajo. Él mismo es el combustible y el poder para Su obra (Romanos 9:16; Zacarías 4:6)
- Por nuestra mente lógica no entendemos las cosas de Dios. Necesitamos de la revelación del Espíritu. Necesitamos acompañar de cerca la palabra de Dios y oír con atención y diligencia la voz del Señor (Éxodo 19:5).
- “Dios desea fortalecernos en nuestro hombre interior, que es el espíritu humano, donde habita Cristo. Así, Él gobernará nuestros corazones” (Alimento Diario, Libro 1, semana 3, martes, pág. 42).