INMERSIÓN DIARIA Martes | Mens. 02 – La Raíz de los Problemas de la Iglesia en Éfeso

El evangelio de Juan nos sorprende al mostrar que Dios nos da Su vida por medio de la Palabra. Sin la Palabra no hay vida, y sin la vida de Dios, no hay edificación (Juan 1:1-4; 5:24, 39-40; 6:63; 12:50; 20:31).
El hombre sólo puede recibir la vida de Dios creyendo en Su Palabra, la cual es anunciada a través de un canal. Jesús era el canal de esta palabra viva de Dios; solamente basta creer en Él para tener vida eterna. (Juan 3:17-18; 5:24).
Jesús no vino a la tierra para hacer Su propia voluntad ni enseñar Sus propias palabras: vino a la tierra para hacer la voluntad del Padre y hablar las palabras del que Lo envió (Juan 5:30, 36; 6:29, 38; 7:16, 18; 8:16, 28-29).
“El evangelio del reino va más allá de simplemente creer en Jesús para ser salvo de la perdición, sino que enfatiza la importancia de creer en Jesús y permitirle que gobierne nuestras vidas. Esta predicación es vital para que Dios cumpla Su propósito de establecer a Cristo como cabeza y gobernante de Su iglesia”. (Alimento Diario, Libro 1, Semana 4, martes, pág. 60).