INMERSIÓN DIARIA Martes | Mens. 04 – Las Evidencias de Degradación al Final del Primer Siglo

  1. Por la desobediencia de Adán, todos fuimos arrastrados hacia el pecado y la muerte. Pero, gracias a Dios, Él amó al mundo y envió a Su Hijo para salvarnos y concedernos la vida eterna. Él sufrió y fue crucificado para realizar eterna redención por nosotros (Juan 3:16; Romanos 5:19).
  1. Cuando murió y derramó Su sangre por nosotros para perdonar nuestros pecados y redimirnos, el Señor Jesús descendió a las regiones inferiores de la tierra a fin de libertarnos de la esclavitud de la muerte (Hebreos 9:22; Efesios 4:7-10).
  1. En resurrección, el Señor Jesús subió por encima de todos los cielos, y fuimos trasladados juntamente con Él desde los lugares más bajos de la tierra hacia los lugares celestiales (Efesios 2:5-6).
  1. No es a través de enseñanzas morales que somos libres del pecado. Dios nos libera de la esclavitud del pecado por medio de Cristo, el Verdadero, llenándonos de Su gracia y verdad. (Alimento Diario, Libro 2, Semana 2, martes, pág. 28).

 

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