- Cuando el hombre desobedeció a la palabra, en el mundo restaurado y rediseñado por Dios se abrió una puerta para Satanás, quien entró y estableció su gobierno de pecado y muerte. Desde entonces, en lugar de que Dios gobierne en vida a través del hombre, reinó la muerte sobre el hombre, cuyo poder está en el pecado (Génesis 3:6-7; Romanos 5:12,14).
- Un gobierno sin vida sólo genera muerte. Pero Dios no renuncia a Su propósito y quiere establecer un gobierno de vida a través de la Iglesia. Sin embargo, nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra los principados y potestades de Satanás que dominan el mundo de las tinieblas (Génesis 3:6-7; Romanos 5:12,14, 17).
- El Señor nos ha liberado del imperio de las tinieblas y nos ha transportado a Su gobierno en vida. El Señor Jesús es la vida eterna misma. La vida es abstracta, pero la recibimos a través de la palabra, que comunica y transmite la vida al hombre. La palabra de Dios es vida (Romanos 5:17; Colosenses 1:13; Juan 6:63).
- La tierra simboliza el corazón del hombre y Dios está interesado en él. Un corazón endurecido está petrificado y no puede absorber la semilla. A Dios le importa la condición del corazón porque este es el suelo que recibirá la palabra como semilla (Mateo 13:16-18). (Alimento Diario, Libro 4, Semana 4, martes, página 58).
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