INMERSIÓN DIARIA Miércoles | M.11 Los Valdenses – La Línea Dorada de la Gracia de Dios

Dios necesitaba restaurar la iglesia en Filadelfia como un todo. Él resaltó que todavía había algunos que no habían contaminado sus vestiduras. Las vestiduras en la Biblia son nuestro caminar, conducta, vivir diario y comportamiento delante de los hombres. Por lo tanto, las vestiduras blancas, por un lado, se refieren a una conducta pura y justa, por otro lado, es una conducta aprobada por Dios (Apocalipsis 3:4; Mateo 22:1-14).
Nuestra fe en el vivir cristiano no puede ser fingida, sólo para que los hombres vean. Nuestra fe debe ser sin fingimiento. Necesitamos ser aquellos que no viven una vida cristiana con segundas intenciones, sino tener un corazón puro para servir al Señor, con una conciencia buena y sensible (1 Timoteo 1:5).
La iglesia debe sustentar esta única verdad y realidad del universo. Si somos comisionados en sustentar esta única verdad, no podemos tener una vestidura sucia, una conducta que no coincida con la verdad y la realidad que la iglesia sustenta (1 Timoteo 3:15).
Dios nos ha preparado para ser ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu. No actuamos por lo que sabemos o por nuestra propia capacidad, sino por el Espíritu (2 Corintios 3:6) (Alimento diario, Libro 4, Semana 4, miércoles, pág. 63).