INMERSIÓN DIARIA Miércoles | M.17 – Una Fuente que salte para Vida Eterna

Dios tiene un solo hablar en la Iglesia: la palabra profética. Satanás quiere ofrecer un menú de muchas “palabras”, pero la Iglesia sólo tiene esa La palabra profética puede ser palpada, vista, contemplada. ¡Esa es la palabra de vida! ¡No es una redacción de una conferencia, es una persona viva! ¡Ella es la vida misma! (1 Juan 1:1-2).

El apóstol Juan anunciaba lo que él vio, oyó y proclamó. La palabra profética no tiene origen en el profeta. El profeta es simplemente un mensajero, y debe ser fiel para transmitir la misma palabra de vida. La expresión “comunión con nosotros” se refiere a la comunión con los apóstoles. La palabra profética trae comunión, promueve la circulación de la vida entre los miembros del Cuerpo de (1 Juan 1:3).

El apóstol no es la fuente, no es el origen. El apóstol es un canal. La fuente, el origen, es el Padre y Su Hijo El apóstol sólo es responsable de conectar el Cuerpo con la fuente. Así que no pongas al profeta en el nivel de Dios. Nunca exaltes excesivamente al profeta, porque la fuente es Dios el Padre. Necesitamos honrar a nuestros guías, el profeta usado por Dios, pero no idolatrar. No debemos exaltarlo por encima de lo que realmente es: es un hombre, un miembro del Cuerpo de Cristo. (Hebreos 13:17).

“Un punto relevante que debe considerarse en las cartas a las Iglesias de Apocalipsis es que todas fueron escritas al ángel de la Iglesia, no a los Los ángeles representan a los mensajeros, indicando que Dios ya no buscaba a los que tenían algún título o posición en la Iglesia, sino a los que tenían realidad” (Apocalipsis 2:1, 8, 12, 18; 3:1, 7 y 14) (¡El que tiene oído, oiga! – Lecciones de Pérgamo y Tiatira, pág.12).