- Como los samaritanos tenían mucha sed de la Palabra, Jesús permaneció allí dos días más. Ellos entendieron que la Palabra les trajo vida y alegría. Cuando valoramos la Palabra, Jesús está interesado en quedarse más tiempo con nosotros, pues Su palabra fluye en este ambiente. Pero, cuando no damos el debido aprecio a la palabra, el Señor no se queda mucho tiempo. (Juan 4:43; Isaías 66:2 KJA)
- Ningún hombre, por sí mismo, es capaz de hacer la voluntad de Dios. Lo máximo que hacemos por nosotros es como la obra de Caín, que ofreció lo mejor que él podía, pero no de acuerdo con el camino de Dios. Dios no se agrada cuando actuamos de acuerdo con nuestra voluntad, fuera de Sus caminos (Génesis 4:3-5; 2 Corintios 3:4-5).
- Necesitamos aprender el camino de Jesús: se humilló y se despojó. Jesús no vino queriendo ser mayor, sino el menor. Él se humilló y no buscó posición para Sí, sino que vino a hacer la voluntad de Dios. Jesús buscó ser el menor para servir. Ese fue el camino que Jesús escogió, que es lo opuesto del camino de Lucifer. Estamos en la era de Filadelfia, vamos a aprender con Jesús (Mateo 18:1-3; Filipenses 2:5-8).
- “Satanás quiere dañar la base de nuestra fe, pues sabe que es por la fe que lo vencemos a él y al mundo (1 Juan 5:4-5). No podemos dejar que nadie nos desvíe de estas verdades tan importantes, por eso, en los días actuales, es crucial oír y escoger la palabra profética, pues es Dios quién habla y quien la confirma (Hebreos 2:1)” (El que tiene oído, oiga! – Lecciones de Pérgamo y Tiatira, página 41).
Oh Senhor Jesús
A palavra faz a obra