- Dios escogió a Jesús para ser aquel que entiende al hombre. Dios escogió a Jesús y habla por Él. Dios escogió a Jesús y lo constituyo heredero de todas las cosas (Juan 2:24-25; Hebreos 1:1-2, 5-8).
- ¿Qué camino queremos elegir? ¿El de luchar por una posición en la iglesia y usar nuestra propia habilidad para dar lindos mensajes y ganar seguidores? ¿O queremos el camino de Jesús, quien dijo que no puede hacer nada por sí mismo? Cuando un hombre piensa que es demasiado capaz, algo anda mal (Juan 5:19-31).
- Desde el principio, Satanás ha gobernado a través de la ambición por el poder. Ambiciono exaltarse a sí mismo y elevar su trono. En la caída, todo hombre recibió esta naturaleza pecaminosa del diablo; incluyendo el amor por la posición. Debido a esto, todos seguimos siendo tentados por la ambición, la posición, el poder y el dinero. Así es como Satanás controla el mundo. Estemos atentos, porque él usa el mismo método en la iglesia.¡Sigamos el camino de Jesús! (Isaías 14:12-15; Ezequiel 28:11-19; Juan 5:19).
- Después de la era de los apóstoles, ya no había nadie que trajera la palabra viva, que es lo que el Espíritu habla a las iglesias, y sin la palabra, la iglesia comenzó a declinar. En un intento de detener la decadencia, el hombre comenzó a organizarse en la iglesia, y así se fortaleció el gobierno de los obispos, el episcopado. Sin la dirección traída por los apóstoles, las enseñanzas humanas y el amor por el puesto comenzaron a aparecer (¡El que tenga oído, oiga! – Lecciones de Pérgamo y Tiatira, p.54).