- La obra del ministerio es la edificación del Cuerpo de Cristo. Por lo tanto, cuando Él concedió dones a los hombres – apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros – no fue como un título, sino como la función de perfeccionar a todos los santos (Efesios 4:10-12 KJA).
- En el cuerpo humano no existe jerarquía, todo está bien ordenado por la función, el orden es para el funcionamiento de los miembros. En la Iglesia, al no ser una organización religiosa, sino un organismo vivo, no puede existir entre nosotros el concepto de posición, de quién es mayor y quién es menor.¡Cada uno tiene una función en el Cuerpo de Cristo! (Mateo 18:1-5; Romanos 12:5)
- El Señor empezó a utilizar a los niños y adolescentes, porque ellos no tienen concepto de posición, de quién es el mayor o quién es el menor. El Señor quiere hacernos volver a la sencillez para ser como niños y comprender que el Reino de los cielos es diferente del mundo (Mateo 18:1-5).
- El apóstol Pablo nos advierte que busquemos las cosas de arriba, no las de aquí de la tierra, y que pensemos en las cosas de lo alto (Colosenses 3:1-2). Todavía vivimos limitados por las cosas de la tierra, pero nuestro espíritu es de lo alto. Las cosas de lo alto son infinitas, ilimitadas. (Alimento diario, Libro 2, Semana 1, miércoles, página 13).