- Todo el mundo quiere enseñar su propia teología e interpretaciones, pero la Iglesia primitiva no comenzó de esa manera. Ella comenzó con la enseñanza de los apóstoles y perseveró en esa comunión en esta enseñanza. ¡Ese es el camino! (Hechos 2:42).
- En la historia de la Iglesia, vemos que la raíz de toda degradación fue el gobierno interesado de los hombres, que introdujo la jerarquía, privilegios, estatus y ventajas financieras a los líderes de las Iglesias. Esto debería servirnos de advertencia. ¿Dónde está nuestro corazón ahora? (Apocalipsis 2- 3; Mateo 13:31-32; 6:21).
- El Señor siempre preserva a Su remanente, y nosotros somos esos, la manada pequeña. No somos grandes ni numerosos, pero el Señor se ha complacido en dar el reino a la manada pequeña (Apocalipsis 2:24; 1 Reyes 19:18; Lucas 12:32).
- La sencillez y la pureza es lo que más necesitamos para entender las palabras de Cristo, que nos traen revelación y nos dan vida (2 Corintios 11:3) (Alimento Diario, Libro 3, Semana 1, miércoles, pág. 14).