- Aparentemente no les pasó nada a los líderes judíos que condenaron a Jesús. Pero no nos engañemos, ¡quien vaya en contra del Señor y Su obra no quedará impune! (Mateo 10:40-42; 1 Corintios 3:13-17; Deuteronomio 32:43).
- Jesús, el Cordero de Dios, murió por toda la humanidad, no sólo por los judíos, romanos o griegos, sino por el mundo entero. Él es el Cordero Pascual. ¡Él murió por ti! (Juan 3:16, 19:17-22).
- ¡“JESÚS NAZARENO, EL REY DE LOS JUDÍOS”, ¡vino para asumir el trono de David y ser el Rey del Reino de los Cielos! (Juan 19:17-22; Lucas 1:32; Apocalipsis 4:2).
- “¡No podemos seguir lamentándonos! Necesitamos prepararnos para ampliar el sitio de nuestra tienda. No obstaculicemos lo que el Espíritu quiere hacer entre nosotros. ¡Pensemos en grande, porque Dios quiere bendecirnos!” (Alimento Diario, Libro 6, Semana 4, miércoles, página 63).