INMERSIÓN DIARIA Miércoles | Mensaje. 05 – ¿Dónde estoy, para dónde voy y para qué existo?

1.El esfuerzo personal no nos transforma, pero la santificación y el lavamiento de la palabra cambian nuestra naturaleza, y el hombre caído recibe la oportunidad de regresar a Dios, como una iglesia trabajada, sin mancha. Este es nuestro camino: rumiar y sumergirnos en la palabra profética, y así la iglesia es guiada y se convierte en una iglesia gloriosa. Esta es la voluntad de Dios para Su iglesia (Efesios 5:25-27; Juan 17:3,17). 

2.En medio del jardín del Edén, Dios colocó el árbol de la vida. Cuando el hombre comía de él, Dios como vida entraba en su espíritu y reinaba en él y a través de él. ¡El gobierno de Dios está en la vida! Él desea gobernar orgánicamente, a través de Su Cuerpo, la iglesia. A través del hombre, Dios gobernaría sobre todas las cosas (Hebreos 2:5-8; Génesis 1:26-28). 

3.¡El gobierno de Dios es en vida! A través del hombre lleno de Su vida, Dios gobernaría sobre todas las cosas. Sin embargo, antes de que el hombre eligiera el árbol de la vida, la serpiente intervino y lo engañó. El momento más triste de la historia de la humanidad fue ese. El hombre se alejó de la pureza y se conectó con el padre de la mentira (2 Corintios 11:3; Juan 8:44; Génesis 3:6-7). 

4.No sea alguien que siempre está buscando posición y prominencia, “porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los humildes”. Si nos mantenemos en una posición de humildad, Dios siempre nos concederá Su gracia. (Alimento diario, Libro 4, Semana 2, miércoles, p. 28). 

 

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