- El tabernáculo es el lugar de habitación de Dios con los hombres. Si no sembramos la semilla del reino, Dios no tiene como habitar con los hombres. La semilla sembrada en los corazones de las personas es para que Dios tenga un tabernáculo en esta tierra. (Juan 1:14)
- Nosotros no somos los muchos granos sueltos, sino que nos convertimos en el Cuerpo de Cristo. Este grano de trigo que murió quiere producir un Cuerpo, que es Su tabernáculo. Dios sembró la semilla del reino en nosotros y nos ha hecho un solo Cuerpo, que necesita ser edificado como el tabernáculo. (Romanos 12:4-5; 1 Corintios 12:12-14.)
- Dios constituyó en el cuerpo a unos apóstoles, otros profetas, otros evangelistas, y otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo. ¿Cuál es nuestro ministerio? Edificar el Cuerpo de Cristo. (Efesios 4:11-13; 3:17-19; 5:18.)
- El objetivo de la edificación es hacer que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Cristo quiere tomar el control de todo el Cuerpo y llenar todos los miembros con la realidad divina, hasta que el Cuerpo se convierta en Cristo mismo. (Efesios 4:11-13; 3:17-19; 5:18)