INMERSIÓN DIARIA Sábado | M.18 – Hacer la voluntad de Dios y realizar Su obra

  1. La vida que recibimos cuando creemos en Jesús es, en sí misma, reproductiva. No podemos vivir restringidos, en una vida entre cuatro paredes. ¡Gracias a Dios! El Señor nos dio un nuevo comienzo y ganamos una vida que nos llevó a predicar el evangelio a todos, así como la mujer samaritana. (Juan 4:35-36).
  1. Hoy anunciamos que hemos encontrado a Cristo, el agua de la vida, una fuente que brota para vida eterna. Esta agua no solo sacia nuestra sed, sino que brota como agua viva para otros, tanto para sembrar como para cosechar. (Juan 4:35-36).
  1. La mujer samaritana creyó en el Señor e inmediatamente salió a la ciudad para anunciar a Cristo. Nuestros colportores y jóvenes que están ansiosos por reproducir esta vida están bajo este efecto. La vida quiere reproducirse. Cuando obtienes beneficios, quieres que otros también puedan beneficiarse. (Juan 4:35-36).
  1. “Estamos en un momento crucial para la conclusión de esta era con el fin de introducir el Reino de Dios en la tierra. Luego, entre tantos miles de otros contemporáneos cristianos, el Señor nos escogió para vivir como iglesia en Filadelfia. Finalmente, el Señor tiene una iglesia con la que contar. (El que tenga oídos, que oiga. — Lecciones de Pérgamo y Tiatira, pág. 33).

 

Deixe uma resposta

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *