- El evangelio de Juan quiere mostrar el contraste de la religión muerta con el poder de la vida. Podemos tomar como base todo lo que aprendemos en la Biblia, en la esfera del Nuevo Testamento, como las escrituras en la Iglesia para adorar y servir a Dios, formando nuestra religión, sin el poder de la vida que viene de la Palabra de Dios (Juan 20:30-31).
- El principio de la religión es buscar siempre mejorar tu conducta hasta la perfección para agradar al Señor. Pero Dios quiere dar a Cristo al hombre como vida que cura y transforma de hecho a las personas en su esencia. Toda palabra que Jesús habla no es para formar un repertorio de conocimientos, sino para darnos vida (Juan 5:39-40).
- Si usted ama la palabra de Dios y cree que es ella quien sana y hace la obra de Dios, percibirá que toda Palabra que Él habla no es para formar un repertorio de doctrinas en nuestra mente. Toda palabra de Dios exige una acción de nuestra parte: creer y ejecutar conforme a la Palabra. Cuando Jesús habla, Él nos capacita y ejecuta la Palabra (Juan 5:8-9).
- “Físicamente era imposible que el Señor estuviese en todos los lugares, pero ahora, como Espíritu, Él está junto a usted cuando está leyendo este libro, cuando va a trabajar, estudiar, en fin, sin limitaciones. Cristo, como el Espíritu, está en todos los lugares, inclusive en su espíritu! ” (El que tiene oído, oiga! – Lecciones de Pérgamo y Tiatira – Página 47).