INMERSIÓN DIARIA Sábado | M.21 – El Enviado de Dios

  1. Debemos tener temor y respeto cuando hablamos de la autoridad establecida por Dios. El arcángel Miguel, estando del lado de Dios, no se atrevió a proferir juicio difamatorio contra el diablo. Esta es una advertencia para nosotros (Judas 9).
  1. Los que se oponen a la palabra profética, difaman lo que realmente no entienden. La inmersión en la palabra y el grito de guerra, herramientas que el Señor nos ha dado, nos han mantenido en el camino de la sencillez, la pureza y la obediencia a la palabra de Dios. ¡Vamos a practicarlas! (Judas 10).
  1. No seamos aquellos que solo cuidan de sí mismos, que son “pastores que se apacientan a sí mismos”; cuidemos del rebaño de Dios transmitiendo palabras que edifican (Judas 12; 1 Pedro 5:1-4; Efesios 4:29).
  1. “Dios espera que nosotros, que poseemos tantas riquezas por el disfrute de la palabra de Dios, así como por el hablar profético que nos da dirección, salgamos a las calles a predicar el evangelio. ¡Dios cuenta con nosotros! (¡El que tiene oído, oiga! — Lecciones de Pérgamo y Tiatira, pág. 90).

 

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