- Si permanecemos en la esfera religiosa no incomodamos al enemigo de Dios, pues no salimos de nuestro lugar. Cuando obedecemos la palabra del Señor, la Iglesia como una barca comienza a avanzar, entonces las fuerzas del mal comienzan a perturbarnos (Juan 6:16-21).
- Jesús está en la barca con nosotros. Por eso, no tememos cualquier oposición y persecución, la barca no se hundirá (Juan 6:16-21).
- En la religión, el hombre está siempre preocupado en querer hacer mil cosas “para Dios”. Por otro lado, Dios quiere solo que reconozcamos a Su enviado y oigamos su palabra. La palabra de Dios hará la obra (Juan 6:26-32).
- El hombre solo piensa en la necesidad física, pero Dios quiere suplir nuestra necesidad espiritual, para que hagamos Su voluntad. La provisión material será solo un plus y un añadido, si en primer lugar buscamos el reino de Dios y Su justicia (Juan 6:26-32; Mateo 6:33).