INMERSIÓN DIARIA Sábado | M08. Carta a la iglesia en Sardis

  1. Las obras de la iglesia en Sardis no estaban completas, era apenas el inicio, la puerta de entrada para ser librada de toda mentira. Sin embargo, no continuaron. No buscaron la luz en la Palabra sobre cómo debía ser el lugar de Cristo como Cabeza de la iglesia, cómo sería en la practica el gobierno del Espíritu, cómo practicar la unidad de la iglesia en cada ciudad y el liderazgo por medio de los apóstoles. (Apocalipsis 3:2).
  2. El Señor le recuerda a la iglesia en Sardis que ella recibió una Biblia abierta, ella debía guardar lo que está escrito en ella. Ella estaba tan ansiosa por librarse de Roma que no volvió a la pura Palabra de Dios sobre la práctica de la iglesia. (Apocalipsis 3:3).
  3. Si ella no vela, el Señor vendrá como ladrón. Es lamentable la condición en que se encontraba esta iglesia, alineada en cuanto a la venida del Señor. Por la palabra profética, sabemos que la aurora ya ha comenzado, y la iglesia en Filadelfia ya se está preparando para la venida del Señor. (Salmos 110:3; Romanos 13:11-12 KJA).
  4. “Cada uno tiene su función, cado uno es importante en la obra de edificación, en la obra de tejer este tejido de amor. Al ayudarnos unos a otros en la inmersión de la palabra, en la predicación del evangelio y en los servicios de la iglesia, el tejido de amor entre nosotros se va a ir compactando, los hilos van quedando bien ajustados, y así nos entrelazamos en el amor”. (Alimento Diario, Libro 3, Semana 4, viernes, p. 68).

 

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