- Algunos cristianos se comportan como cuervos: les atrae la muerte. Como manada, ellos se reúnen para rumiar sobre la muerte. Pero también hay cristianos que son como palomas, que no buscan la muerte, sino sólo la Vida y el Espíritu. No seas como un cuervo, que sólo se alimenta de palabras negativas y de críticas. Desee, busque y aliméntese sólo de la vida y de la alegría que resulta de ella. Quien se alimenta de la muerte, la envidia y el odio tienen el semblante caído. Estas personas, aparentemente, siempre tienen la razón, pero siempre les falta alegría. Así que, ¡no toque la muerte! No pierda la sencillez y la pureza. Sea como un adolescente, sencillo y obediente.¡Huya de la muerte! (Génesis 8:6-13)
- ¡Los adolescentes de hoy han experimentado el “¡ven y ve!” Nosotros los adultos, en nuestras muchas explicaciones, terminamos ahuyentando a las personas. Hoy nuestras reuniones no están llenas de explicaciones, sino que están llenas de vida, palabra y energía celestial. ¡Todos son conquistados por este ambiente! Invite a las personas a conocer la vida de la Iglesia, la inmersión, las casas de adolescentes, las tropas y los capitanes. ¡Ellos vendrán, nos verán y se quedarán con nosotros! (Juan 1:39-41).
- La presencia de Dios nos llena de fuego. Cuando decimos ven y ve, las personas vendrán y en la circulación de la Palabra sentirán la presencia de Dios. Cuando digas “ven y ve”, no expliques, solo usa la palabra profética. Traigamos a las personas al ambiente de la inmersión en la palabra profética y dirán: ¡En realidad, Dios está aquí! (Juan 1:39-41; Lucas 24:32).
- “Muchos, por ambiciones personales, quieren construir otros ministerios y usan medios vergonzosos para obtener popularidad. Pablo no hacía eso, sino hablaba la verdad (2 Corintios 4:2). Lo que Pablo hablaba, producía realidad en la iglesia, porque tocaba la conciencia de cada uno y su propia integridad delante de Dios”. (Alimento diario, Libro 3, Semana 2, viernes, p. 99).