- Los síntomas de la muerte nos hacen permanecer críticos y analíticos. Ya no podemos disfrutar. Perdemos la alegría y la sencillez. Es horrible.
- La palabra santidad en algunos manuscritos es “simplicidad”. No debemos vivir en la sabiduría humana. De esa manera podemos ser afectados. Necesitamos aprender a vivir con sencillez y sinceridad delante de Dios. Si identificas que esta palabra es profética y viene de Dios, ¡sea sencillo! Porque para Cristo sólo tenemos sencillez y pureza (2 Corintios 1:12).
- Los adolescentes están siendo elegidos por la simplicidad. Los capitanes y todos los demás hermanos y hermanas también necesitan tornarse sencillos para participar. De esta manera todos entraremos en la buena tierra, a través de la puerta abierta por Caleb y Josué. De lo contrario, permaneceremos en el desierto (Deuteronomio 1:22-40).
- Dejemos de lado nuestras opiniones y seamos obedientes a Cristo, hasta el punto de constituirnos un tejido acabado y listo. Cuando la Iglesia alcance el nivel de obediencia, ¡Cristo regresará! (Alimento Diario, Libro 4, Semana 4, jueves, pág. 65).